Por: Héctor A. Faga
En la entrega anterior hemos visto las características personales que en términos generales se presentan en forma más pronunciada en hombres y mujeres.
Hoy vamos a trabajar la temática de los caracteres humanos básicos que forman parte de la caracterología tanto de hombres como de mujeres.
Para ello trabajaremos con la clasificación realizada por René Le Senne a mediados del siglo pasado.
Le Senne establece tres factores primarios cuya combinación determinan ocho tipos caracterológicos aplicables a todas las personas.
Los tres factores son:
1. Emotividad
Definida como la aptitud de ser conmovidos por sucesos cuya importancia es mínima.
Desde esta perspectiva, las personas pueden ser calificadas como Emotivas o No emotivas.
- Emotivas (E): Se turban y conmueven fácilmente ante una débil excitación.
- No emotivas (nE): Difícilmente se conmueven, tienen reacciones poco violentas. Son reposadas, tranquilas, frías, de humor constante y poco llevadas al llanto.
2. Actividad
Es una disposición congénita que empuja a la acción y que según la velocidad de la respuesta y el uso de la energía puesta a disposición, las personas se califican como Activas o No activas.
- Activas (A): Está ordinariamente ocupadas, son tenaces, ejecutan proyectos, son decididos y realizadores.
- No activo (nA): Prefieren el sillón a las largas caminatas o ejercicios. Son irregulares en su trabajo, se fatigan fácilmente, tardan en recuperarse, se desalientan con facilidad, son pasivos.
3. Resonancia de las representaciones
Es el efecto, tanto presente como futuro, que una representación (un hecho) produce en una persona y la reacción de ésta ante el mismo.
Sobre esta base las personas se clasifican en Primarias y Secundarias.
- Primarias (P): La reacción es inmediata, viva y superficial. Todo termina rápido y se olvida el acontecimiento.
- Secundarias (S): La reacción es retardada, inhibida. Hay una tendencia a guardar, conservar y alimentar los sentimientos (por ejemplo: la venganza). Lo sucedido sigue “resonando”, “repercutiendo” mucho tiempo después de que las cosas pasaron.
La combinación de estos tres factores determina los siguientes ocho caracteres humanos básicos:
1. Colérico: EAP (Emotivo, Activo, Primario)
Valor dominante: La acción
Comportamiento general: Habitualmente exuberante, móvil, de buen humor, muy extravertido, impulsivo, turbulento, inestable.
Trabajo: Es capaz de iniciativas, rápido en el trabajo, quiere acertar pero sin perseverancia en sus esfuerzos.
2. Pasional: EAS (Emotivo, Activo, Secundario)
Valor dominante: La obra a realizar.
Comportamiento general: Habitualmente reservado, reflexivo. Reacciona fuertemente pero se domina. Tiene mucho amor propio. Es autoritario, le gusta mandar. Mucha voluntad e independencia.
Trabajo: Gran trabajador. Ordinariamente ocupado. Muy tenaz en la ejecución de sus proyectos.
3. Nervioso: EnAP (Emotivo, No Activo, Primario)
Valor dominante: La diversión.
Comportamiento general: Inestable, cambiante, sentimientos muy abundantes, las emociones no dejan huella duradera en él. Le gustan las diversiones. Se mueve mucho. Es presumido.
Trabajo: Irregular. Discontinuo. Depende del medio donde se encuentra y de los movimientos de la emotividad.
4. Sentimental: EnAS (Emotivo, No Activo, Secundario)
Valor dominante: La intimidad.
Comportamiento general: Muy sensible a toda clase de emociones. Sentimientos profundos que se manifiestan muy poco exteriormente. Sus reacciones se concretan en el fondo del alma. Reservado, tranquilo, lento en sus movimientos. Soñador, indeciso, serio, melancólico.
Trabajo: Es trabajador, estudioso, aplicado. Le falta resistencia, se desanima fácilmente con las dificultades.
5. Sanguíneo: nEAP (No Emotivo. Activo, Primario)
Valor dominante: El éxito social.
Comportamiento general: Es el “Vividor de la existencia”. Extrovertido. Ávido de distracción. Optimista. Alegre. Conversador. Ameno y chistoso. Amigo de las fiestas, del ruido, de la “buena vida”.
Trabajo: Irregular. Activo pero inconstante. En sus ocupaciones prefiere lo agradable, llamativo. Ama la libertad. Sigue el interés del momento. Le falta ambición.
6. Flemático: nEAS (No Emotivo. Activo, Secundario)
Valor dominante: La ley.
Comportamiento general: Personalidad muy estructurada. Habitualmente calmo, pausado, de humor siempre igual. Dueño de sí, prudente. Poco entusiasta. Poco hablador. Honrado. Ahorrativo.
Trabajo: Gran capacidad de trabajo pero sin tensión. Ordenado, regular, organizador objetivo y realista; aplicado al trabajo y tenaz.
7. Amorfo nEnAP (No Emotivo, No Activo, Primario)
Valor dominante: El placer.
Comportamiento general: Exteriormente sin expresión. Reacciones débiles. Actitud de pasividad, de indiferencia. Vive el momento presente.
Trabajo: Rehuye el trabajo personal. Se cansa pronto. Perezoso, inconstante. Hace solo lo obligatorio y si se lo exige la autoridad. Su rendimiento es débil y se desalienta con facilidad.
8. Apático: nEnAS (No Emotivo, No Activo, Secundario)
Valor dominante: La tranquilidad.
Comportamiento general: Habitualmente cerrado. No manifiesta exteriormente ni sus alegrías ni sus penas. Prefiere la soledad. Sin energía. Un mínimo de expresividad. Actitud fría. Vive en sí, para sí.
Trabajo: Poca disposición para el trabajo. Se desanima fácilmente, rendimiento débil. “Cumple”, pero sin convicciones.
De este modo, tenemos un patrón adicional para conocer a nuestro personal.
Hasta la próxima.
Héctor.
Para ver los post anteriores de esta serie:
La Sinfonía de los Costos del Factor Humano – 1. Preludio.
La Sinfonía de los Costos del Factor Humano – 1. Preludio (2ª entrega).
La Sinfonía de los Costos del Factor Humano – 1. Preludio (3ª entrega).
La Sinfonía de los Costos del Factor Humano – 1. Preludio (4ª entrega).
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admin Costos, Factor Humano Administración de personal, Costos, Factor Humano, Personas, Sinfonía