La visión de la realidad (primera entrega)
Por Héctor A. Faga
Introducción
El texto que hoy les presento no tiene un sesgo científico ni está convalidado por estadísticas realizadas al estilo estadounidense sobre un universo compuesto por numerosos casos de estudio, sino que son observaciones hechas a lo largo de mi vida personal y profesional que quiero compartir con ustedes.
Por lo tanto, aquí no hay “verdades reveladas” sino más bien percepciones con las que ustedes pueden estar de acuerdo o no.
Debido a ello, siéntanse libres de opinar y de disentir con mis comentarios, que de ningún modo son afirmaciones que tienen la fuerza del método científico que las respalde.
Los focos centrales de la presentación son los siguientes:
- ¿Cómo creemos que es la realidad? ¿Cómo la percibimos? ¿Qué dificultades existen para una adecuada percepción?
- ¿Cómo se presenta el cambio en los hechos de la realidad? ¿Cuál es nuestra actitud frente al cambio? ¿Cómo opera en nosotros la adaptación?
- ¿Cómo manejamos nuestra comunicación con los demás? ¿Cuáles son los elementos críticos para una adecuada comunicación?
La visión de la realidad
Comencemos con algunos conceptos clave que hacen a mi forma de ver la vida y la realidad.
Para ello los invito a hacer la siguiente prueba con la imagen que pongo a continuación.
Se trata de una figura en negativo que en apariencia no tiene una forma demasiado precisa.
En el centro de la figura hay cuatro puntos entre dos manchas más grandes.
Ustedes deben mirarlos fijamente durante un minuto, sin parpadear y sin quitar los ojos de ellos.
Pasado ese tiempo cerrarán los ojos y los mantendrán sin abrirlos durante algunos instantes.
¿De acuerdo?
A trabajar entonces.
¿Y, qué les sucedió?
Vieron reflejada en sus retinas una imagen de Jesucristo o tal vez del “Che” Guevara.
Alguien con barba, de todas maneras.
Si no pudieron verla, intenten nuevamente desde el principio.
Y cuando cierren los ojos suavemente, hagan el esfuerzo de mirar hacia el interior de ustedes mismos.
Así, con este “efecto especial”, comenzamos con esta temática de la visión de la realidad.
¿Cómo es la Realidad? ¿Existe una sola Realidad?
La realidad es algo muy complejo: existe aunque no la percibamos, pero tiene sentido para nosotros sólo a partir del momento en que nos afecta o involucra.
Pero aunque sea difícil de apreciar, no hay dudas acerca de su existencia.
Está.
Es aquí.
Es ahora.
Es independiente de nosotros, pero simultáneamente nos involucra.
Estamos inmersos en ella, pero podemos desconectarnos de ella.
Y somos capaces de vivir tantas realidades distintas como podamos imaginar.
Hay quienes dicen que sólo podemos vivir una realidad de entre las tantas posibles, pero yo opino que pensar así es tener una visión determinista, es creer que el destino nos maneja y no que nosotros lo forjamos cada día.
¿Por qué “Visión”?
¿Por qué digo visión de la realidad y no me refiero a “audición”, “olfato”, “gusto”, “tacto”…?
Porque los seres humanos somos esencialmente visuales y por ello manejamos conceptos que destacan esta característica.
Pero la realidad va mucho más allá de lo que se ve: se “siente” con todos los sentidos y se percibe en su totalidad cuando ponemos atención con cada uno de ellos en el momento correspondiente.
Y lo que “perceptuamos” (neologismo inventado para describir con mayor precisión esa adquisición plena de la realidad que logramos con el uso de todos los sentidos) lo introducimos en nuestro cerebro, donde lo decodificamos para comprenderlo.
Dijo Albert Einstein: “La mente humana primero tiene que construir formas independientemente, antes de poder encontrarlas en las cosas”.
La Aprehensión de la Realidad
Es difícil lograr una adecuada aprehensión de la realidad porque depende de muchos aspectos distintos tales como la posición del observador, su cercanía respecto del hecho observado, sus prejuicios, sus vivencias anteriores, su personalidad…
Y también de la forma en que los hechos nos son presentados.
Muchas veces la percepción de la realidad es una cuestión de perspectiva.
¿Cómo cree usted que será la realidad para un niño pequeño que está gateando o dando sus primeros pasos?
Seguramente una realidad compuesta por rodillas de personas, partes de abajo de mesas, objetos lejanos y muchas veces inalcanzables que provocan sentimientos similares a los experimentados por Gulliver en el país de los gigantes, donde todo “está más allá” y se requiere de la ayuda de los otros para llegar a los objetos que uno busca.
El simple hecho de abrir una puerta, por ejemplo, se transforma en una tarea titánica que requiere llegar a un picaporte totalmente fuera del alcance.
Y esa es la realidad que el niño no sólo percibe, sino con la que debe convivir y a la cual debe adecuarse.
¿Podemos ahora comprender un poco más ese punto de vista?
(continúa)
Esta post es una revisión y una extensión de lo que publicamos en este blog aquí y aquí, y que se ha publicado en la página CEOForum.
Del mismo autor en este blog:
La Sinfonía de los Costos del Factor Humano
Cambio Organizacional (Change Management)
Introducción al Pensamiento estratégico
Creatividad, Factor Humano, General, Grageas Creativas, Orientación
Buen artículo Héctor
Muchas gracias, Albert. Es toda una serie, así que espero que los siguientes también te gusten. Abrazo.
Realmente muy bueno